La Plaza Mayor de Plasencia, es una plaza porticada en todo su contorno, que está ubicada en el centro de la zona antigua e histórica de la ciudad. Desde aquí parten todas las vías principales del casco histórico, que conectan con las diferentes puertas exteriores de las murallas, que daban acceso al recinto de la ciudad.

La Plaza es una excepción en la arquitectura de la ciudad, donde se puede deslumbrar un espacio tan abierto que sirve de unión y de cita diaria para sus ciudadanos, en contra posición de las estrechas y sinuosas calles de origen medieval que desembocan en las puertas de la ciudad amurallada. Alrededor de ella se extiende el casco histórico de la ciudad, donde se ubican palacios, casas señoriales y varios edificios históricos civiles y religiosos.

Presidida por uno de los edificios más destacados, el Ayuntamiento de la localidad, cuya última restauración fue en el año 1966 por José Manuel González Valcárcel. Se inspiró en un proyecto de Juan de Álava de estilo renacentista. Se puede apreciar un escudo de Carlos I a la derecha.

Es de estilo gótico de transición, aunque hay elementos como una doble arcada renacentista con las imágenes en la fachada de los propietarios. Sobre la bóveda se alzan varios pináculos que rematan el tejado de la última arcada. En uno de los laterales del Ayuntamiento se sitúa el edificio de la cárcel antigua, construida en el siglo XVII con una fachada de sillería y un escudo del rey Felipe IV.

En la torre mayor del edificio está colocado un autómata, conocido por todos los placentinos como El abuelo Mayorga, que actúa cuando el reloj de la torre toca la campana cada media hora. Este edificio data del siglo XVI, y ha sido restaurado varias veces a lo largo del tiempo.

La verdad que el nombre de Mayorga es del reloj y hay dos corrientes sobre el nombre. La primera es que Leonor de Pimentel, esposa de Pedro de Zuñiga, lo regalara y pusiera el nombre del pueblo de su padre. La otra es que el relojero era del pueblo de Mayorga de Campos perteneciente a Valladolid.

La torre ha sido presidida por varios Mayorgas. El primero fue destruido por los franceses durante la invasión francesa en la Guerra de la Independencia. El segundo fue retirado en el 1936 durante la Guerra Civil. La razón fue el peso de este emblema retrasaba el reloj. El Mayorga que podemos ver ahora data de 1973, con un peso es de 85 kilogramos y una estatura de 2 metros.

Otro edificio a destacar de la plaza es el comúnmente conocido como «La casita de chocolate». Edificio de falso flamenco, que restauró en el siglo XIX Vicente Paredes con estilo neogótico, el cual se permitió en la república con el fin de desacralizar las plazas mayores de las ciudades sacando así la iglesia de San Esteban de la Plaza.

Como dato curioso, en ella podemos encontrar una de las casas más estrechas de España situada en la entrada de la calle de los Quesos.

La Plaza Mayor es el núcleo neurálgico de la ciudad, en los principios incluso funcionó como Plaza de Toros, como otras muchas plazas de poblaciones de España. En este sentido, aparece en las Cántigas de Alfonso X El Sabio el ‘Milagro del Toro de Plasencia’, en el que un escribano que salía de su casa en la plaza no se dio cuenta que se celebraba una corrida de toros y la Virgen intercedió para que no le ocurriera nada.

Se encuentra situada en el antiguo barrio de los mercaderes, donde se celebra desde el Medioevo el tradicional mercado del martes, aquí se venden los mejores productos agrícolas de las comarcas cercanas.

El Martes Mayor es un enorme mercado heredado de los mercados medievales que Alfonso VIII regalo a la ciudad mediante la promulgación de un fuero y sus ordenanzas. La feria que ocupaba varios días, estaba al igual que el mercado, exentos del pago de impuestos. Todavía en la actualidad, acuden cada año agricultores, ganaderos y una buena representación de los artesanos de toda la región.

Actualmente, se ha convertido en núcleo de vida social de los ciudadanos con conciertos, exposiciones, actuaciones, y sobre todo con el recorrido de sus establecimientos de hostelería donde se desarrolla el cañeo y el intercambio social.

La Plaza Mayor de Plasencia, es una plaza porticada en todo su contorno, que está ubicada en el centro de la zona antigua e histórica de la ciudad. Desde aquí parten todas las vías principales del casco histórico, que conectan con las diferentes puertas exteriores de las murallas, que daban acceso al recinto de la ciudad.

La Plaza es una excepción en la arquitectura de la ciudad, donde se puede deslumbrar un espacio tan abierto que sirve de unión y de cita diaria para sus ciudadanos, en contra posición de las estrechas y sinuosas calles de origen medieval que desembocan en las puertas de la ciudad amurallada. Alrededor de ella se extiende el casco histórico de la ciudad, donde se ubican palacios, casas señoriales y varios edificios históricos civiles y religiosos.

Presidida por uno de los edificios más destacados, el Ayuntamiento de la localidad, cuya última restauración fue en el año 1966 por José Manuel González Valcárcel. Se inspiró en un proyecto de Juan de Álava de estilo renacentista. Se puede apreciar un escudo de Carlos I a la derecha.

Es de estilo gótico de transición, aunque hay elementos como una doble arcada renacentista con las imágenes en la fachada de los propietarios. Sobre la bóveda se alzan varios pináculos que rematan el tejado de la última arcada. En uno de los laterales del Ayuntamiento se sitúa el edificio de la cárcel antigua, construida en el siglo XVII con una fachada de sillería y un escudo del rey Felipe IV.

En la torre mayor del edificio está colocado un autómata, conocido por todos los placentinos como El abuelo Mayorga, que actúa cuando el reloj de la torre toca la campana cada media hora. Este edificio data del siglo XVI, y ha sido restaurado varias veces a lo largo del tiempo.

La verdad que el nombre de Mayorga es del reloj y hay dos corrientes sobre el nombre. La primera es que Leonor de Pimentel, esposa de Pedro de Zuñiga, lo regalara y pusiera el nombre del pueblo de su padre. La otra es que el relojero era del pueblo de Mayorga de Campos perteneciente a Valladolid.

La torre ha sido presidida por varios Mayorgas. El primero fue destruido por los franceses durante la invasión francesa en la Guerra de la Independencia. El segundo fue retirado en el 1936 durante la Guerra Civil. La razón fue el peso de este emblema retrasaba el reloj. El Mayorga que podemos ver ahora data de 1973, con un peso es de 85 kilogramos y una estatura de 2 metros.

Otro edificio a destacar de la plaza es el comúnmente conocido como «La casita de chocolate». Edificio de falso flamenco, que restauró en el siglo XIX Vicente Paredes con estilo neogótico, el cual se permitió en la república con el fin de desacralizar las plazas mayores de las ciudades sacando así la iglesia de San Esteban de la Plaza.

Como dato curioso, en ella podemos encontrar una de las casas más estrechas de España situada en la entrada de la calle de los Quesos.

La Plaza Mayor es el núcleo neurálgico de la ciudad, en los principios incluso funcionó como Plaza de Toros, como otras muchas plazas de poblaciones de España. En este sentido, aparece en las Cántigas de Alfonso X El Sabio el ‘Milagro del Toro de Plasencia’, en el que un escribano que salía de su casa en la plaza no se dio cuenta que se celebraba una corrida de toros y la Virgen intercedió para que no le ocurriera nada.

Se encuentra situada en el antiguo barrio de los mercaderes, donde se celebra desde el Medioevo el tradicional mercado del martes, aquí se venden los mejores productos agrícolas de las comarcas cercanas.

El Martes Mayor es un enorme mercado heredado de los mercados medievales que Alfonso VIII regalo a la ciudad mediante la promulgación de un fuero y sus ordenanzas. La feria que ocupaba varios días, estaba al igual que el mercado, exentos del pago de impuestos. Todavía en la actualidad, acuden cada año agricultores, ganaderos y una buena representación de los artesanos de toda la región.

Actualmente, se ha convertido en núcleo de vida social de los ciudadanos con conciertos, exposiciones, actuaciones, y sobre todo con el recorrido de sus establecimientos de hostelería donde se desarrolla el cañeo y el intercambio social.